Con más de 250 iniciativas en todo Chile, el mapa georreferenciado va sumando nuevos lugares de manera constante. A través de la información recopilada en redes sociales, correos y un formulario disponible en la página, se recogen los datos de las diversas acciones solidarias, como ollas comunes, campañas y centros de acopio, apoyos específicos, que permiten rápidamente localizar las necesidades sociales de cada sector.
El mapa entrega además otras informaciones, como la organización social a cargo, contacto y solicitudes específicas de la comunidad, que por lo general es comida no perecible, útiles de aseo, enseres de aseo personal, pañales y frazadas.
La iniciativa es fruto del trabajo de ex alumnas de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile (FAU), egresadas de las tres carreras: geografía, arquitectura y diseño, quienes además son fundadoras e integrantes de la Fundación Vértice, organización sin fines de lucro y conformada por un equipo de mujeres dedicadas a los estudios urbanos y territoriales.
Paulina Gatica, Valentina Saavedra, Luciana Pastor, María Rodríguez y Natalia Manríquez, construyeron este mapa a partir de sus respectivas disciplinas, territorializando y generando una herramienta práctica para responder a la urgencia social.
“Este mapa surge desde la necesidad de aportar desde nuestros saberes a estas iniciativas de cooperación que estamos viendo de manera multitudinaria en el territorio. En ese sentido, nuestras discusiones van más allá del propio mapa, desde el año pasado trabajamos temas de feminismo asociados al territorio y por lo mismo esta iniciativa de ollas comunes que es propiamente de mujeres, nos pareció muy importante relevarlas. El mapa más que una plataforma de difusión, plantea ser un apoyo para aquellos territorios que se han visto más afectados por la cuarentena y por las medidas que han sido insuficientes por el gobierno”, sostuvo la académica del Departamento de Diseño de la FAU e integrante de Fundación Vértice, Luciana Pastor.
Hasta la fecha, el mapa reúne 125 campañas solidarias, 22 Centros de Acopio, que buscan reunir diversos tipos de artículos; registra además 101 ollas comunes, 2 organizaciones para apoyo escolar y 1 residencia sanitaria. Con un total de 251 iniciativas, llama la atención en el mapa la homogeneidad de la distribución territorial de las acciones comunitarias en la capital, excluyendo las comunas de alta renta en la que sólo aparecen acciones en los sectores más vulnerables de estas localidades, es decir, 2 iniciativas en Las Condes y 2 en Lo Barnechea.
En términos de la situación en las regiones, la capital reúne la mayor cantidad de acciones solidarias y comunitarias, “el mapa permite visualizar cuáles son los territorios más afectados o cuáles están necesitando más ayuda a lo largo de Chile, vemos el caso de la Región Metropolitana, donde se pueden ver los puntos muy condensados, y muy cercano en ciertas zonas, pero también aparecen lugares como Valdivia, Temuco, Osorno, Calama, Alto Hospicio, Antofagasta, más pequeñas pero a la vez interesante ver que en la medida que vamos actualizando estos lugares se van sumando cada vez más iniciativas.”, explicó Luciana Pastor.
El trabajo de las profesionales de Vértice, apunta también a interpretar la información obtenida. Al respecto, Valentina Saavedra, arquitecta y también académica de la FAU, señala que “la georreferencia permite evidenciar una situación que todos sabemos que está ocurriendo pero es difícil de visualizar. Queremos proyectar un trabajo que nos permita ver cuáles son las situaciones socioespaciales que han generado el resurgimiento de estas iniciativas de cooperación, que expresan una articulación territorial que hace tiempo no veíamos en Chile. Hacer memoria y reconocer que no es primera vez que estas iniciativas de subsistencia se generan y que además son lideradas por cuerpos femeninos, por mujeres y organizaciones barriales, es parte del trabajo que estamos haciendo con la Fundación”.
En esa misma línea, Hillary Hiner, historiadora feminista de la U. de Chile y dedicada a la docencia e investigación de la historia popular, en una entrevista realizada por la Fundación Vértice, señaló que el resurgimiento de ollas comunes no se veían en el país de manera masiva, desde la década de los ‘80, pero han sido varios los momentos en la historia de Chile donde los sectores más pobres han organizado este tipo de iniciativas.
“Es una estrategia principalmente de mujeres para la sobrevivencia, que tiene mucho tiempo en la historia de Chile. Cuando han habido momentos de gran necesidad, las mujeres populares responden con este tipo de estrategia que básicamente es tratar de maximizar los recursos disponibles, que son pocos, para combatir el hambre”, afirmó la historiadora.
Por su parte, Luciana Pastor, ahondó en este fenómeno social, “Es bastante interesante que en contextos de crisis generalmente es la organización popular la que da más bien soluciones a crisis sociales, económicas y como también los vínculos entre habitantes del mismo territorio se fortalecen”.
Sobre el rol histórico que han tenido estas iniciativas de augestión, Paulina Gatica, géografa de la FAU y Directora de la Fundación Vértice, señaló en la entrevista realizada por el académico Max Aguirre en el programa Pensar Habitar de la Radio UChile, día 12 de junio 2020, que "las ollas comunes es un fenómeno que hemos visto durante diversos momentos de la historia reciente de Chile; por ejemplo, durante la dictadura se hicieron muchas ollas comunes para saciar el hambre, es cómo la comunidad se organiza, se autogestiona y soluciona problemas a la población. La sociedad en su conjunto, sus organizaciones comunitarias, son mucho más veloces en resolver problemas que el Estado, es un fenómeno de organización comunitaria que merece toda nuestra atención".
Finalmente, Valentina Saavedra junto con coincidir que las iniciativas sociales de cooperación son una expresión de necesidad y de articulación social, agregó que además hay “una sensación de abandono por parte de las autoridades , que hace pensar a la población que ‘si nos ayudamos entre nosotros, no nos va a ayudar nadie’, sentir que la respuesta no está más allá de sus propias redes de apoyo y de cooperación barrial. Es bien crítico y complejo, pero también es esperanzador en el sentido que se muestran nuevas redes, se muestra un ánimo de colaboración, de solidaridad y apoyo mutuo que creo se estaba perdiendo mucho en Chile y hoy se ve reactivado”.
Las entrevistas acá realizadas puedes escucharlas en su versión completa en su versión Podcast Pandemia y Desigualdad de la FAU.
