Profesionales dan a conocer los detalles del innovador proyecto Templo Bahá'í

En la década de los 40' la comunidad internacional Bahá'í decidió que Chile fuera sede del que sería su último templo continental, y bajo esta idea, en el año 2001 la iniciativa se logra materializar en la ciudad de Santiago. Con el propósito de que profesionales y estudiantes del área de la arquitectura y del diseño conozcan en detalle sobre los inicios y avances del proyecto, se realizó en la FAU la charla "Desafío de Diseño Arquitectónico y su entorno: Templo Bahá'í".

En la presentación participaron Tiago Masrour, enlace de la forma de arquitectura Hariri Paontarini en Chile en las fases iniciales de administración del proyecto; Javier Duhart, arquitecto chileno y actualmente administrador de arquitectura del proyecto Templo Bahá'í; y el arquitecto estadounidense, Bahai Saeid Samadi, gerente del proyecto, quien se sumó en la ronda final del preguntas.

Los profesionales explicaron desde la parte inicial del proyecto hasta los avances más recientes del edificio construido en el sector precordillerano de Peñalolén, zona escogida por combinar aspectos naturales y una conexión a la ciudad. El término de la construcción se estima para el año 2015 aproximadamente.

El origen de los Templos Bahá'í

Las edificaciones religiosas han existido desde hace cientos de años, construidas con la finalidad de conceder un espacio de adoración divina, destinadas a la meditación, oración y reflexión de las personas. Sin embargo, Tiago Masrour señala que desde la perspectiva de la fe Bahá'í mundial esta idea surge a finales del s.XIX y principios del s.XX.

Desde entonces, paulatinamente se han construidos diversos templos Bahá'í en diferentes regiones continentales, orientados a brindar un espacio de oración y meditación en un ambiente sereno, y que a través de un diseño distintivo y una innovada arquitectura, ofrecen un centro espiritual a toda la población.

En el mundo existen actualmente siete casas de adoración: Estados Unidos, Australia, Alemania, Panamá, Samoa, Uganda y el más reciente el de India. Cada uno de los templos varía en su estilo arquitectónico, no obstante, todos poseen nueve lados o entradas y una cúpula central que reflejan la diversidad de la raza humana y su unidad esencial, y un amplio jardín exterior.

"Hoy en día los edificios de Estados Unidos y la India, en sus dos respectivos continentes, son referentes en lo que es tanto el aspecto de diseño y la arquitectura, como en la llegada de las personas, justamente por reflejar esas características de apertura que le dan la bienvenida a cualquier persona, cualquiera sea su origen, su creencia o su deseo, quienes pueden llegar ahí y participar libremente, ya sea paseando en sus jardines, o por el interior del edificio, ya sea en silencio o en familia", expresó Tiago.

De un punto de luz a un edificio

Una vez establecida la idea de comenzar la construcción en el Continente Sudamericano, se realizó una convocatoria internacional para el diseño del edifico, ocasión donde se presentaron más de 180 firmas de arquitectura y arquitectos individuales, de 85 países del mundo. Finalmente, fue escogida para llevar a cabo el proyecto la oficina de arquitectura canadiense Hariri Pontarini Architects.

"La oficina presentó un diseño basado en un ideal, en una visión relacionada con la luz, y que buscaba a través del diseño y su posterior construcción una interrelación con el ambiente exterior e interior basado en la luz, reconociéndola como una fuerza dinámica que une a todo el universo", explicó Tiago.

Asimismo, incluía otras cualidades, como el movimiento y las formas orgánicas que salieran de lo rutinario y rompiera un esquema simétrico.

Es así, como surgió el desafío de transformar el punto de luz en un edificio materializado. Tiago señala que "no fue tomar una estructura prestablecida o forma conocida y ver cómo podíamos mejorarla, ampliarla o cambiarla, sino que partimos de un principio y de un ideal, y vimos cómo eso se traducía en una construcción o en el diseño de un edificio".

El arquitecto Javier Duhart explica que la luz "en ese sentido es vista como un elemento que es un símil al aspecto espiritual de las personas, entonces la idea es que a través de todos estos tamices y formas materiales se debe ir manejando la luz, y ese es el aspecto material que finalmente está hecho el templo".

De esta manera, el edificio recibe la luz a través de los tamices hacia el interior, y además emana en otro momento del día y la noche hacia el exterior, formando una mezcla entre lo espiritual, lo material y el manejo de la luz.

Luego de pasar por diversas etapas, el equipo llegó a un diseño final, el cual fueron desarrollando y puliendo hasta que llegar a la forma del edificio que mezclaba continuidad, movimiento y curva.

Los espacios

El templo tendrá nueve accesos perimetrales, con una capacidad para 600 personas, y dos plantas que serán destinadas a ofrecer un espacio para la oración y meditación de las personas, de acuerdo a la religión que cada una profese.

"Hay distintos tipos de espacio dentro del templo para poder acercarse e inspirarse de diversa manera, para que el usuario encuentre el espacio que más le guste. Hay un espacio central, pero también están estos espacios por el perímetro que son un poco más privados y que también pueden ser usados. Está también el entrepiso, que es un segundo espacio donde también hay sectores para la oración, contemplación, meditación y están cobijados por parte del ala pero también tienen una ventana transparente para ver una visión directa al exterior, se van abrir y tendrán una relación directa con los paisajes circundantes".

Además, el edificio tendrá un subterráneo de servicio, donde serán ubicadas las bodegas y se podrá acceder a los aisladores sísmicos.

Respecto a la materialidad, estará recubierto exteriormente por un vidrio desarrollado especialmente para el templo, el cual entregará permeabilidad lumínica; y por el interior, se utilizará un mármol tallado traslúcido. Ambos revestimientos estarán aferrados a una estructura de acero.

En total se ocuparan casi tres mil piezas para cada una de las alas que compondrán el edificio.

Hasta la fecha, las fundaciones del templo han sido hormigonadas, y ya se encuentran en su lugar el moldaje de su sótano y túnel de servicio. También, se está ejecutando movimiento de tierra del sitio del proyecto completo en preparación del proyecto de paisajismo, y asimismo, están en marcha los trabajos para la instalación de los servicios subterráneos.

"Cualquier persona que esté interesada en conocer el proyecto podrá hacerlo, para nosotros es una alegría poder compartir esta experiencia, sobre todo para un arquitecto, es muy interesante conocerlo antes y durante su construcción y no sólo una vez que está terminado, pues es de alto valor y cualquier profesional podría nutrirse de eso para sus propias experiencias y desempeño en lo laboral", señaló finalmente al publicó Javier.

Para conocer más detalles del Templo Bahá'í de Sudamérica podrán visitar el sitio oficial http://templo.bahai.cl

 

 

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