En Chile, la población mayor de 60 años ha aumentado de manera constante estas últimas décadas. Actualmente, en el país existen 2,8 millones de adultos mayores y se proyecta que para el año 2030 esta población alcanzará los 4,5 millones; en tanto, para el 2050 será de 6,9 millones. Junto con ello, la expectativa de vida en Chile, según los datos del INE, alcanza hoy los 83 años para las mujeres y 78 para los hombres.
A pesar de la importancia de este segmento, la pandemia ha evidenciado diversas problemáticas vinculadas a la tercera y cuarta edad. Una de ellas, es la situación habitacional de muchos adultos mayores, quienes además de vivir en condiciones de precariedad, viven en soledad, afectando así su salud mental y la posibilidad de contar con redes de apoyo.
En este marco, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile y la Fundación Cohousing, firmaron un convenio suscrito por el Decano Manuel Amaya y la Directora Ejecutiva Gabriela Rosay. El acuerdo fue concretado en el mes agosto y tendrá una vigencia de 4 años.
Viviendas individuales bajo una concepción comunitaria
La Fundación Cohousing Chile propone una nueva forma de concebir el hábitat donde comunidades de adultos mayores pueden vivir, trabajar y practicar sus oficios e intereses, mediante distintos modelos arquitectónicos, urbanísticos, de propiedad y de gestión de viviendas individuales, bajo una concepción comunitaria y colaborativa, donde podrían confluir además elementos propios de los barrios, como la interacción intergeneracional.
“Es un cambio de paradigma. Es evidente que gran parte de la población mayor, a partir de su jubilación, ve una caída neta en su calidad de vida. También es un hecho que entre los años de jubilación, lo haga o no, la población mayor tiende a gozar de mayor longevidad y en condiciones de seguir siendo un aporte a la sociedad. Esa tercera edad valente es la que se reivindica y el aporte de este convenio implica un enfoque país de estos temas”, sostuvo la Directora Ejecutiva de la Fundación Cohousing, Gabriela Rosay.
Asimismo, Gabriela Rosay señala que el Cohousing es ante todo un tema cultural, de habitar en comunidades intencionales y con buena parte de las decisiones adoptadas de manera previa al diseño. “La Universidad de Chile aporta en esa mirada más integral de la población mayor. En Chile por lo general se enfatizan aspectos económicos como pensiones o de salud (siempre traducidos a costos) y no se rescata el aporte que esas comunidades pueden seguir haciendo. Para la Tercera Edad, el sentirse responsables y dueños de sus decisiones es un aspecto importante en las mejoras de todos los índices. También es una sabiduría y una memoria que el país se da el lujo de desechar. Los aspectos culturales y de calidad de vida, van más allá de las meras normativas de construcción y son esenciales en el diseño de las comunidades de manera previa al proyecto".
El Profesor y arquitecto Felipe Sáez, uno de los impulsores de este convenio entre ambas instituciones, agregó que "el enfoque del Cohousing es, de manera importante, el revertir el paradigma inmobiliario tradicional, al darle mayor énfasis a las áreas compartidas (o comunes) y a la administración y gestión de los propios usuarios. Los modelos de propiedad y otros conllevan modificaciones legislativas y la sinergia del convenio puede ayudar además en este enfoque. La llamada tercera edad es cada día más un tema país, y en eso la Universidad de Chile tiene un rol importante”.
Por su parte el decano de la FAU, Prof. Manuel Amaya, “tenemos la voluntad de trabajar en conjunto con el fin de mejorar y fortalecer el desarrollo de viviendas colaborativas para los adulto mayores, sobre la base de propuestas de cursos, investigaciones, estudios, proyectos, en las áreas relacionadas a innovación cultural, arquitectónica, urbanística, económica y de gestión de las viviendas colaborativas y su impacto en la integración social, especialmente de los adultos mayores”.
Para la Facultad son temas muy relevantes que tomarán la agenda de las preocupaciones y ocupaciones sociales en el futuro inmediato. “Como Universidad de Chile tenemos la vocación y misión de ser parte de las temáticas y necesidades de la ciudadanía. En este aspecto, el bienestar y calidad de vida de la población adulta mayor es un tema central en nuestro quehacer y queremos ser un aporte en las futuras iniciativas y políticas públicas en esta materia”, subrayó el Decano Manuel Amaya.
Finalmente y en relación al convenio firmado, la Directora Gabriela Rosay agregó que “el conocimiento que la Universidad tiene de la realidad del país, en todos sus ámbitos, es invaluable. Un convenio como el que firmamos nos abre la puerta a ese conocimiento, a las miradas que son la construcción de comunidades y de los temas de tercera edad, como el envejecimiento activo”.
